Un hotel boutique es una de las mejores alternativas para unas vacaciones no convencionales y en cuya estadía predomina la privacidad y una atmósfera pacífica. Originarios de Europa, los hoteles boutique se caracterizan por ofrecer alojamientos, servicios e instalaciones diferentes a las grandes cadenas hoteleras, con un servicio personalizado y ambientado con conceptos decorativos íntimos y exclusivos de cada hotel.
Generalmente se encuentran situados en lugares históricos o por el contrario en lugares insólitos como haciendas, palacios o monasterios y su principal objetivo es hacerle sentir al turista de vacaciones como en casa pero rodeado de lujos. Los empleados de estos hoteles tienen un diálogo fluido con el huésped intentando satisfacer en todo momento sus necesidades. La decoración de éstos hoteles son temáticas dependiendo de la ubicación del hotel. La arquitectura de éstos hoteles -en la mayoría de los casos- se trata de construcciones antiguas rehabilitadas y equipadas con todo el lujo para mantener el ambiente hogareño, pero con todas la comodidades de un hotel 5 estrellas. Los visitantes de estos singulares hoteles, generalmente son de un poder adquisitivo elevado, intelectuales y amantes del arte que buscan unas vacaciones con un ambiente propicio a sus gustos. Algunos hoteles boutique sin embargo se encuentran en zonas más alejadas de los centros urbanos enfocándose mas en el contacto con la naturaleza y donde predomina el ambiente íntimo y cálido sin dejar de lado el lujo. El tamaño de los hoteles boutique es otra de las diferencias más contrastantes con las grandes cadenas hoteleras. Estos hoteles son de un tamaño bastante reducido en comparación a los hoteles de 4 y 5 estrellas. Los hoteles boutique en Europa no superan el número de 60 habitaciones y en Estados Unidos pueden llegar a tener hasta 100 habitaciones. Las habitaciones generalmente cuentan con una decoración personalizada de estilos muy variados como el art decó, zen o el colonial; estas características son los factores determinantes en la distinción de una estadía en vacaciones más íntimas donde todo gire en torno al visitante.
