La atención inmediata al vacacionista que llega al hotel es la prioridad del jefe de recepción. Su tarea principal es el de organizar y controlar que el desempeño de los empleados del departamento del recepción sea el mejor posible. Además elabora el horario del personal a su cargo. El jefe de recepción gestiona las quejas de los clientes, se encarga de la comunicación con otros departamentos del hotel, como el comercial, la conserjería o la administración y organiza las reuniones que sean precisas.
Lo más importante para una empresa hotelera es el cliente. Por ello el jefe de recepción pone su máxima predisposición, todo el tiempo, supervisando las actividades de atención al cliente, para que éste siempre sea informado y asesorado sobre los distintos tipos de actividades del hotel. El jefe de recepción capacita al personal a su cargo respecto a la atención al huésped y normas de seguridad, según la organización del hotel.
Para el goce de unas buenas vacaciones o estadías momentáneas, el huésped debe estar cómodo en el hotel. En ocasiones los clientes toman decisiones inesperadas. En estos casos, el jefe de recepción autoriza bloqueos de reservas, prolongan estadías en el hotel y acomodan las salidas tardías de los clientes, con la cortesía que lo caracteriza.
Entre otras funciones del departamento de recepción podemos citar la adecuada ubicación de los huéspedes en sus habitaciones correspondientes, el control de los cuartos disponibles y atender que las correspondencias que llegan al hotel alcancen su destino. El jefe de recepción se encarga que este departamento funcione de maravillas. El departamento de recepción es el único departamento del hotel que trabaja las 24 horas del día. Además, durante todo ese tiempo está a la disposición del huésped.
Las mejores vacaciones nunca se olvidan, y menos aún si el hotel ofrece la atención de un jefe de recepción cordial, flexible a las exigencias del turista, con capacidad de planeación y visión, buen manejo de recursos humanos, liderazgo, observación y la capacidad de resolver imprevistos. De esta manera, el cliente gana la confianza del jefe de recepción y de la empresa hotelera donde se hospeda.