Los hoteles son edificios especialmente construidos para ofrecer servicios de alojamiento a los viajeros. Normalmente los hoteles están clasificados en categorías según el grado de comodidad y el nivel de servicios que ofrecen. Esta clasificación típicamente es estandarizada dentro de un país, aunque suele variar según la región. La categoría más utilizada para definir estos hoteles es la clasificación por estrellas. El rango va de una a cinco estrellas; por tanto, las características de los mismos dependen de la cantidad de estas estrellas.
Un hotel de una estrella es considerado normal y generalmente brinda al viajero comodidades y servicios básicos. En estos hoteles se sirve sólo el desayuno y las instalaciones son limitadas. Muchas veces sus habitaciones no cuentan con televisión o aire acondicionado. En esta categoría pueden encontrarse las posadas.
Los hoteles de dos estrellas reciben el calificativo de un buen hotel y son muy utilizados para los viajes de negocios de menor escala. El servicio ya es más profesional y es atendido por personal más capacitado que los hoteles de una estrella. Si presentan instalaciones más amplias y un mejor servicio respecto a las comidas y bebidas, son hoteles de tres estrellas y se denominan muy buenos. La mayoría de ellos cuenta con restaurante y habitaciones con televisión, teléfono y servicio de cable.
Un hotel de cuatro estrellas es un hotel excelente, sobre todo en relación al diseño y los servicios. Las habitaciones son más amplias y mejor equipadas. Por lo general ofrecen un servicio de habitación las 24 horas, además de servicio de lavandería. El hotel que lleva cinco estrellas en este ránking es un hotel de lujo; es sofisticado y brinda un servicio de la más alta calidad. Los espacios ofrecidos por este tipo de hotel son sumamente amplios y lujosos. La mayoría de estos hoteles posee jacuzzis en los baños, aparatos de gimnasia y más de un restaurante.
Existen también algunos hoteles que podrían superar la clasificación normal, como los hoteles de siete estrellas, considerados extremadamente magníficos en sus instalaciones y comodidades. Entre éstos el Burj Al Arab, el hotel más alto del mundo, ubicado en Dubai.
Foto: Dago Widamann