En el mundo de la hotelería existen profesionales preparados para cada área específica. Una de ellas es el animador. Un hotel de categoría que a sus servicios sume la presencia de un buen animador elevará su prestigio. Esto hará que los huéspedes se sientan más a gusto durante su estancia y será una buena referencia que marcará la diferencia con otros sitios. Como cualquier otro trabajo, este profesional necesita de reglas básicas para cumplir su función. A esto se irá sumando la experiencia que irá adquiriendo a través del tiempo. La presencia de un animador en locales de las cadenas hoteleras y hoteles importantes se constituye en un plus especial que se suma a los servicios ya incluidos. También ayuda a alcanzar los momentos de distensión anhelados por los ocasionales ocupantes luego de un año de trabajo.
La principal herramienta de trabajo del animador es su voz. Por ello el profesional deberá educarla manejando diversas modulaciones de acuerdo a la ocasión y el ritmo del evento. Lo recomendable es que el animador vaya creando su propio estilo, con lo cual imprimirá su sello personal y creará una identidad propia. Otro aspecto importante del profesional de la animación es que debe de trabajar en conjunto con el discjokey de la pista. Para ello deberán de charlar antes para coordinar qué música poner de acuerdo a la ocasión. El animador tiene que conocer a su público. Para eso deberá de informarse si dentro de un grupo de vacacionistas presentes hay personas que celebran un cumpleaños o aniversario de bodas. Ahí deberá prestar especial atención a ese grupo sin dejar de lado al resto del auditorio. Para estimular la participación de los presentes cuenta con recursos sencillos a mano. Puede recurrir a los chistes cortos, las referencias a los clubes de fútbol e incluso a la inocente competencia de quien manda en la casa. En todos los casos debe de primar el respeto hacia todos pues la idea principal es pasar un grato momento en el lugar. Una perfecta comunicación entre animador y público conseguirá que ese momento sea inolvidable para todos los huéspedes.
